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La varicela es una infección causada por el virus varicela zoster. Suele ocurrir la mayor parte del tiempo en niños menores de 15 años y, en algunos casos, en adultos con mayor peligro.
Se presentó un caso extremo en una niña de 4 años llamada Bo August que sufría de varicela común y se convirtió en una enfermedad extraña que casi le costó la pérdida de ambas piernas.
La varicela presentada por esta pequeña niña finalmente se convirtió en una púrpura fulminante post-varicela, que es una complicación extraña de la varicela. Esta es la aparición de lesiones moradas que también son dolorosas.
La activación de la coagulación se debe a una disminución marcada y prolongada de la proteína S, que probablemente sea secundaria a la formación de anticuerpos anti-proteína S.
Esta complicación la mantuvo hospitalizada durante 3 meses y con un mayor riesgo de perder ambas piernas. Todo comenzó cuando la pequeña Bo les dijo a sus padres que le dolían mucho las piernas y que le resultaba difícil caminar, y también notaron los enormes moretones en ambos extremos.
Por lo tanto, tuvo que ser admitida rápidamente. Al llegar al hospital, los médicos identificaron rápidamente lo que estaba en cuestión y señalaron que desafortunadamente la niña podía perder ambas piernas, lo que no sucedió. Se sometió a 3 injertos de piel y, una vez recuperada, la niña ingresó a fisioterapia para aprender a caminar nuevamente.
“Fue literalmente el peor momento de mi vida cuando fue diagnosticado. Le pregunté al médico si había un riesgo para la vida y él dijo que su vida y su integridad física estaban en peligro. En ese momento, pensamos que sería amputada, pero fue increíble. “-Julia, 32, madre de Bo, al periódico Mirror- Actualmente se encuentra a la niña.
