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Me encanta salir al parque o a las tiendas supermercado, porque allí siempre me encuentro con personas que tenía mucho tiempo sin ver, como por ejemplo mis compañeros de la escuela. Ciertamente, cuando duramos mucho tiempo sin ver a una persona, cuando nos volvemos a reencontrar con ella es natural que notemos algo diferente en ella.
En mi caso, lo digo porque siempre me pasa, lo diferente que todos ven en mi es mi rostro, pues durante toda mi adolescencia siempre tuve acné, manchas, puntos negros y otros problemas estéticos que hoy día ya no tengo. Y es que todos aun me recuerdan como la chica del rostro con aspecto antiestético.
Pero, esto no es algo que me haga sentir mal como sucede con algunas personas. Debido a que el acné y esos otros problemas que he mencionado son muy comunes en los adolescentes. De hecho, aproximadamente el 85% de las personas lo desarrollan durante su adolescencia.
Entonces, cuando alguien me pregunta sobre que tratamiento use para ayudar a devolverle la belleza a mi cuerpo, siempre trato de decirle que en realidad no use el tratamiento más costoso o profesional como ellos podrían imaginarse. Nada de eso, yo use productos que me preparaba en casa usando los recursos que tenía a mi alcance ya que venía de una familia humilde.
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